El punto de inicio a este renovado episodio fue el muy mentado Tragadero de La Palma, de peligro palpitante, y hoy convertido en basurero;
este Tragadero es escenario de incontables historias de personas asesinadas, en aquellos tiempos de los bandoleros, y cuyos cuerpos yacerían en sus profundas y oscuras entrañas.
El centro poblado menor La Palma, conocido y algo temido por su clima gélido, nos recibió empero esta vez con un espectacular sol.
Y así, luego de atravesar unos pequeños bosques iniciales,
la primera visión de nuestro aún lejano Querorco es un regalo que guardaremos por siempre en la memoria.
Pronto estamos avanzamos entre sobrevivientes especies de sálibus,
para adentrarnos en un bosque amplio de suros, maque-maques, chilimares, muñuños, pirgayes, tuyos de encarnados colores y altivas chontas, es decir una variedad muy apreciable de flora;
Y llegados a la cima del Querorco, y luego de observar los verdes valles de Doñana y Tacabamba sustentados por él,
llega el momento de la Juramentación: Por Dios, por la Patria, por la Naturaleza, por la Patria Chica (Chota) y por Querorco, de defender lo más puro y bello de cada lugar que nos queda como éste lleno de esencia ecoturística, lleno de esencia "montaña":
Este es el florido Querorco,
tal vez el más importante acuífero de nuestra región y que continúa lentamente en serio peligro de extinción.
Y el descenso a la ciudad es, para completar el círculo, por Sivingán;
para lo cual hacemos una última escala en las celebradas Piedras Padre-Curas, y finalmente la pedregosa bajada de Chuyarpampa.
En esta importantísima Ruta se unieron nuevos "montañas" que volvieron maravillados tan o más igual que nosotros de conocer el Querorco...
También conocieron nuestro bastión "montañas" de otras aventuras...
Y otro puñado más volvimos a reencontrarnos con ese espíritu inhalado aquel ya algo lejano 7 de junio del 2008.
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